sábado, 10 de agosto de 2024

EL PAN QUIE BAJA DEL CIELO

 Éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. (Jn 6,50) 

El Padre nos ha atraído hacia su Hijo, por eso podemos escuchar y meditar sus Palabras de vida. Jesús ha bajado del cielo, aunque no de forma física. Ciertamente, él estaba junto a Dios y se encarnó en el seno de la Virgen. Estaba en el cielo y vino a la tierra a ser uno más entre nosotros. Es Dios y hombre a la vez. 

Él es el que ha bajado del cielo y se ha querido hacer pan para que vivamos para siempre. Es el alimento que nos permite hacer el camino de la vida que es superior a nuestras fuerzas humanas. 

Es el alimento que nos consuela porque nos permite no venirnos abajo ante los problemas y las dificultades. Es verdad que muchas veces nos sentidos derrotados y pensamos que nada tiene sentido. Pero Dios nos envía un ángel que nos levanta y nos anima a seguir caminando. Para hacerlo posible nos da a Cristo mismo como pan que repara nuestras fuerzas espirituales y también físicas. 

Dios nos pide cosas imposibles:  perdonar siempre, amar a los enemigos, desprendernos de todo, hacernos siervos, tener fe... Dios nos pide lo que no podemos lograr con las fuerzas humanas; pero él mismo nos da la Eucaristía, un alimento celestial, Jesucristo mismo hecho pan, que nos permite hacer realidad lo que nos está pidiendo. 

Para poder celebrar la Eucaristía necesitamos a los sacerdotes. Es verdad que somos hombres llenos de debilidades y defectos. Es también el misterio de la Encarnación. A través de un hombre como cualquier otro, Cristo se hace presente y se ofrece como alimento. 

Esos hombres débiles y pecadores nos traen el alimento del cielo para reponer nuestras fuerzas y vivir el Evangelio. 

Señor Jesucristo, ¡cómo admiro tu amor por nosotros! ¡Cómo siento la fuerza de tu pasión como una entrega de amor total! ¡cómo me llena de esperanza tu santa Resurrección porque la Vida triunfa sobre la muerte y el Amor es más fuerte que el mal! ¡cómo es tan deliciosa la Eucaristía, el manjar del cielo que nos une a ti para siempre y nos permite seguirte y cargar con la cruz de cada día! Gracias Señor.  

1 comentario:

  1. Es un misterio,es el misterio de la fé
    No es que unos sean más bonitos que otros,no,es que Dios Padre y Hijo,son Uno sólo y creemos porque nos ilumina su espíritu.
    Caemos, pero queremos levantarnos y le pedimos fé y que nos ilumine
    Hay que luchar mucho, pues somos débiles y caemos constantemente.
    Su amor nos salva,nos renueva y esa es ,la entrega que queremos,estar juntos a El siempre.Servir a los demás para sentirnos hijos suyos seguidores de su palabra

    ResponderEliminar