sábado, 20 de enero de 2024

CONVERTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO

 «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.» (Mc 1,15) 

 

Jesús aparece llamando a la conversión y a la acogida del Evangelio. Nos dice que empezó justo cuando arrestaron a Juan. Es como si tomara el relevo y también podemos entender que sabía que la predicación era una actividad arriesgada.  

Su mensaje se parece al de Juan el Bautista, pero no es exactamente igual. Juan invitaba a la conversión y hablaba de un castigo:


el árbol que no dé fruto será talado y echado al fuego. Juan llamaba a arrepentirse y apartarse del pecado para evitar el castigo. 

Por eso la conversión a la que llama Jesús tiene un sentido distinto, porque él habla del Evangelio, la Buena noticia que trae consigo. No se trata sólo de arrepentirse de los pecados y de empezar una vida nueva, alejada del pecado para evitar el castigo; se trata de abrir el corazón a algo nuevo que viene con el Señor: el Evangelio.  

Esta conversión no consiste sólo en dejar el pecado, sino, sobre todo, en preparar los odres nuevos para el vino nuevo. Hay que creer en la Buena Noticia, que no es la amenaza de un castigo sino la ilusión de recibir el Reino de Dios, hay que creer que Dios es nuestro Padre y quiere que seamos una gran familia en torno a él, que Dios nos ama y quiere salvarnos y librarnos de nuestros pecados, que todos los demás son nuestros hermanos; y que amar de corazón a los hermanos hará posible una nueva humanidad.  

La Palabra de Jesús es poderosa, porque es la Palabra de Dios. Es la Palabra que dirige a sus primeros discípulos y ellos sienten tan fuerte esta llamada que lo dejan todo para seguirlo.  

Sintamos hoy también la invitación de Jesús a la conversión, abramos nuestro corazón a su llamada y dejemos que su Palabra nos transforme en discípulos, decididos a seguirlo de cerca y a conocerlo cada día más. 

 

La fuerza de tu Palabra también ha actuado en mí, me has sanado, me has llenado de alegría y me has puesto en el camino para que lleve la Buena Noticia a mis hermanos y les hable de ti y de tu Reino. 

 

 

 

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