viernes, 18 de febrero de 2011

Perfectos como Dios

Vosotros sed perfectos,
como vuestro Padre celestial es perfecto". (Mt 5,48)

Toda la moral cristiana está fundada en nuestra experiencia de Dios. Lo que hemos de hacer es actuar como Dios actúa, ya que Él es siempre nuestro modelo y nuestro punto de referencia. Dios es Santo y nos ha hecho santos, somos templos suyos. Por eso hemos de vivir como templos de Dios y hemos de tratar a los demás con la dignidad que se merecen los templos de Dios.
Dios es santo y es perfecto. Esta santidad y esta perfección no significan lejanía del mundo. Al contrario está dentro de nosotros y por eso nos ha colmado de dignidad. Nos ha amado por encima de todas la criaturas, su amor ha hecho que nos envíe a Cristo para que entregue su vida y nos obtenga el perdón de los pecados. Cristo ha entregado su vida por nosotros cuando éramos enemigos, pecadores. Es importante que hagamos esta reflexión y sepamos agradecer lo que hemos recibido.
Si hemos experimentado este amor de Dios no podemos conformarnos con ser como los demás. Nuestra perfección tiene que ser total, nuestra moral tiene que ser más elevada. Tenemos que vivir de forma extraordinaria.
Jesús nos anima a apartarnos de toda violencia, a dar más de lo que se nos pide y a amar siempre, incluso a los enemigos. Esto sí que es extraordinario, es una forma de vida superior a cualquier otra. Pero no es más que repetir lo que hemos recibido y aprendido de nuestro Padre del cielo.
No olvidemos que el amor es lo que de verdad nos hace felices. Si en nuestro corazón no hay otra cosa que amor encontraremos la plenitud de la vida. El amor nos ayudará a superar nuestras contradicciones y cobardías y hará que encontremos en los demás todo lo bueno que hay en su interior. Nos impulsará ha buscar el bien por encima de todo y será una energía dentro de nosotros para transformar el mundo.

No merecía nada de ti pero tú me has amado hasta el extremo. Cuando experimento la gracia de tu perdón siento que también mi corazón se llena de amor y que toda mi vida es para entregarla por amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario