Cuando
el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de
fiesta y le dijo: "Amigo, ¿Cómo has entrado aquí sin vestirte de
fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros:
"Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el
llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos
los escogidos.» (Mt 22,12-14)
De nuevo, con esta
parábola, Jesús nos relata la historia
de la salvación: la invitación de Dios a la felicidad y el rechazo de Israel a
los profetas y Jesús. Es el rechazo a la alegría, a la fiesta del Reino de
Dios. Pero este rechazo ha propiciado que la invitación se amplíe a todos los
que quieran acoger esta Palabra y a vivir esta vida nueva.
La sala se llenó. La invitación
que muchos han rechazado ha sido aceptada por muchos más, se puede celebrar el
banquete. Pero es necesario estar vestido de fiesta.
Me llama la atención lo
del traje de fiesta. Creo que se puede interpretar de muchas maneras y voy a
tratar de comprenderlo.
El traje de fiesta es la alegría con la que tengo que venir a
encontrarme con Dios y los hermanos. Fiesta es alegría y no tristeza ni
escrúpulo. La alegría de ver a tantos hermanos que se han encontrado con Cristo
y vienen también a estar y a gozar con él. No cabe que los juzgue y los
critique porque yo me crea mejor que ellos.
Traje de fiesta también lo
entiendo como el corazón limpio, porque
reconozco mis pecados pero me arrepiento de ellos y recibo el perdón que
Dios me otorga, qué suerte tenemos de poder confesar y empezar de nuevo. Vengo
con deseo de superar mis pecados y ser santo como mi Señor, como María.
El traje de fiesta es el amor a Dios y al prójimo. Qué
belleza pone este amor en mi vida. Qué elegante es el corazón que ama y está
dispuesto a darlo todo.
Sin el traje de fiesta no
se puede participar en el banquete del Reino de Dios.
Gracias,
Señor, por haber salido a mi encuentro para invitarme a tu fiesta permitirme
participar de la gran alegría de estar contigo y de rodearme de todas las
personas que te aman.
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