Señor, Señor, Dios compasivo y
misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia y
lealtad.(Ex 34,6)
El papa
Benedicto nos recordó que no se comienza a ser cristiano por una decisión
personal sino por el encuentro con Dios que nos cambia la vida. El papa
Francisco nos anima a todos a vivir la alegría del Evangelio y a salir para
llevar a todos este encuentro que nos cambia y nos llena de alegría.
Creo que va
siendo hora de que descubramos una vez más el rostro amable de Dios. Olvidemos de
una vez al dios terrible y justiciero y acerquémonos a este Dios que se ha
revelado como rico en clemencia y lealtad.
En la
iglesia tenemos unos dogmas, celebramos el culto con una hermosa liturgia,
tenemos también unas normas morales, pero sobre todo tenemos a un Dios que es
Padre y nos espera para colmarnos de su amor; tenemos a Jesús, el Hijo único que ha venido
para dar su vida por nosotros y obtenernos el perdón de los pecados; tenemos al
Espíritu Santo que nos llena de su fuerza y de su sabiduría para ayudarnos en
nuestra debilidad. En definitiva tenemos una experiencia del encuentro con Dios
que nos transforma y nos llena de esperanza. Este encuentro es el que me tiene
que convertir en testigo alegre del Evangelio ante el mundo.
El papa nos
anima a salir. Esta experiencia preciosa del encuentro con Dios rico en
misericordia y lealtad tiene que llegar a todos los rincones. Dios quiere
hacerse el encontradizo con todos como ha hecho conmigo y mi testimonio ha de
contribuir a provocar ese encuentro.
Si he vivido
la alegría de sentirme salvado y comprendo cómo mi vida se renueva con esta
gracia, me siento llamado a compartir con todo el mundo esta Buena Noticia.
Cuando observo la vida de la gente a la que
tanto amas voy descubriendo poco a poco todo lo que estás haciendo por ellos.
Me siento sorprendido y comprendo que también yo formo parte de tu proyecto
salvador. Deseo obedecerte y dejarme moldear por ti, para convertirme en un
instrumento en tus manos. Te doy las gracias por haber contado conmigo. Haz de
mí lo que tú quieras.